sábado, 12 de enero de 2013

Aspectos mecánicos en contraposición de los aspectos artesanales.


Ligera y sencilla, la casa sotavento es una casa ventana, toda ella puede ser abierta o cerrada al exterior sobre sí misma, a un espacio único y cambiante.
El espíritu es de total libertad dentro en un espacio cerrado, mediante muros, que aseguran la intimidad. La cubierta apenas asoma por encima de los muros y cae hacía todos los lados para poder evacuar el agua de la lluvias torrenciales.
De dos plantas y de dos cuerpos, el social junto a las habitaciones y el de servicio tras la cocina, la casa está en el jardín y ocupa todo el espacio del terreno.
La casa se deshace según la funcionalidad buscada por el autor, se abre con las habitaciones al Este, al sol de la mañana; se continúa funcional y perceptivamente al Norte y al Sur, delante y detrás en galería apergoladas que amplían el espacio hasta los linderos; cerrándolos al Oeste, para dejar sólo una rendija entre el muro y la losa del techo, una línea de luz que descubre  todo el espacio cada día a la puesta del sol. Pequeña por fuera y grande por dentro, a la casa se accede lateralmente junto a la pared Oeste totalmente cerrada, por un estrecho corredor abierto a la manera de un zaguán vegetal que lleva  aun espacio bajo que conecta con la cocina y los servicios y desde el cual se descubre la totalidad ampliada se ese espacio único, definido por lo cubierta desarrollada en un plano continuo.  La estructura de hormigón se define; dentro y fuera, con las vigas y columnas en obra vista sobre las paredes blancas: cada columna y cada vida con su sección y dimensiones necesarias. Son así todas diferentes y no obeceden a una retícula predetermianda ni geométrica; están donde la “arquitectura” hizo que estuvieran, pero, eso sí cumpliendo su función estructural. Quizás lo más característico sean los fuertes aleros, así como las paredes y puertas-ventanas de celosías de madera pintadas de blanco, del plano del suelo al plano del techo, y que en las habitaciones rompen a esquina haciendo desaparecer la columna, recurso propio de la época.

Frente a todos estos aspectos de mecanización de los espacios se levantan muchos otros aspectos de carácter artesanal que hacen de ella un lugar más apacible, hecha por la proporción y la medida requeridas por el autor para cubrir las necesidades humanas y arquitectónicas. Para ello a parte de la construcción en si de la vivienda en sí esta va acompañada de una serie de mobiliario realizado de un modo exclusivo para su perfecta adaptación a la casa, es el caso de la desaparición del mueblo convencional de descanso, el sofá, que es substituido por las hamacas, conocido en el vocablo indígena como “chinchorro”. Está compuesta por un fina red que puede ser de tela o  de fibras vegetales, variando su superficie dependiendo del número de ocupantes, al igual que la densidad de su entramado, pueden ir acompañas de flecos colgando de los bordes como elemento decorativo. Estas pueden permanecer recogidas o extendías, lo que incita sobre el valor funcional que busca Villanueva sobre la casa.
Se ilumina y se anima por la densidad que adquiere el espacio, al atomizarse y fragmentarse la luz y el color de luz moviéndose en el vacío, a través de calados y celosías, a lo largo del día, lo que aporta una sensación mucho  mas hogareña y habitable que convierte a máquina de vivir en un lugar apropiado para el desarrollo de la vida. 

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